
La regla de los tres años
- El 21 abril, 2017
- 0 Comentarios
- Actriz, Actriz Sevilla, Coach Voz, Escuela Emilia Dominguez, Hipólito Gómez, Jaume Giró, María Gómez, Millenials Actores, Mónica Dorta, Regla de los tres años
Desde hace tiempo aplico una regla que me ayuda a no dejar nada a medias. Es la regla de los tres años. Al comenzar un proyecto o el aprendizaje en cualquier ámbito, mi objetivo pasa por no abandonarlo y practicarlo con mucha regularidad, hasta conseguir que sea un hábito. En esos tres años aprendes a ejecutarlo, en cinco llega a estar perfeccionado y en diez acaba estando integrado. Estos son mis tiempos.
Supongo que cada uno tiene los suyos, pero que en esencia, la regla sirve para cualquiera. Aspectos negativos es que de repente no puedo parar y me descubro pensando si podré aprender a hablar japonés y a bailar break dance, para cuando termine de aprender a tocar un instrumento dentro de no sé cuantos años.
Aspectos positivos, que una vez lo probé conseguí sobrepasar mis obstáculos mentales, me sentí capaz de hacer de todo. La primera vez que me ocurrió fue con el canto.
Había hecho cursos de voz y doblaje en el Estudio de Emilia Domínguez en Sevilla, pero nunca había estudiado canto aunque me apetecía bastante. Hasta que un día decidí formarme.
Después de pasar tres años formándome con Hipólito Gómez, en los que más de una vez me pregunté “si esto era para mi”, empecé a notar un mayor control vocal y me lancé a cantar en un curso que impartía Mónica Dorta en La Unión de actores y terminé de descubrir mi nueva faceta de cantante. Este año estoy con un coach vocal genial que se llama Jaume Giró , loca de contenta con los avances que he dado.
El siguiente aspecto en el que apliqué la norma fueron los idiomas. En mis primeros viajes a Italia, no me enteraba de nada. El primer año me dio clases un amigo, el segundo me apunte a una academia, el tercero me fui un mes a Italia a practicar y el cuarto, ya veía películas, leía libros y tenía conversaciones.
Se cumplía la regla de los tres años, así que me animé con el inglés, con el que estoy en pleno proceso y aunque todo el mundo me diga: que si no me voy a vivir fuera nunca aprenderé inglés, yo terminaré mis tres años, mis cinco y mis diez. Para acabar escribiendo un post: “El milagro de aprender inglés por cabezonería en una academia”
De todas formas yo creo que a veces nos creemos ese tipo de comentarios tan profundamente que al final nos rendimos antes de empezar y pasa lo que pasa. De ahí que utilice esta regla. Lo siguiente será el japonés, el breakdance y cualquier cosa que quiera aprender.

María con Jaume Giró
0 Comentarios