¿Cuál fue la primera película que viste?

La primera  que recuerdo haber visto en el cine fue Cariño, he encogido a los niños. En un cine de verano, con una pantalla que en aquel momento me parecía  descomunal. Me quedé con la sensación de haber sido uno de los niños encogidos de la película y de haber estado  perdida en aquel jardín con insectos gigantes.  Es una de esas películas que puedo volver a ver sin cansarme.

¿Y la primera serie?

Los problemas crecen y Las chicas de oro. La primera  la veía por Kirk Cameron, por supuesto y Las chicas de Oro porque me reía muchísimo . Me gustaban todos los personajes. Hace poco me acordaba de esa serie y pensé en volver a verla …

¿Cuándo fuiste al teatro por primera vez?

Tenía 13 años y fui con amigas a ver una compañía independiente que estrenaba Las amazonas del caballo. Con esa obra me enamoré del teatro. En parte porque la idea que tenía era muy clásica y el ver una escenografía moderna y una historia contemporánea me rompió mucho los esquemas, para bien.

¿Qué recuerdas o aprendiste en tu primera clase de interpretación?

Me pidieron que me fijase en cada detalle de la calle por la que pasaba cada día para ir a la escuela y lo describiera. También nos enseñaron a relajarnos y dejar la mente en calma. No conseguí entender, para que servía la relajación y el estar atento a lo que ocurre en cada momento, hasta algún tiempo después. Y ahora  lo sigo entrenando, es tan importante como la interpretación.

La primera vez que te viste en pantalla, pensaste que… 

Que podía dar más de mi misma. Rodé tres cortometrajes para  alumnos de una escuela de cine de Sevilla. Yo estaba acostumbrada al Teatro y cuando me dijeron que empezaríamos rodando el final del corto, me pareció dificilísimo  llegar a lo que me pedían sin pasar por el principio… Cuando los estrenaron yo solo veía cosas mejorables en mi interpretación.

¿Qué es lo primero que le dirías a alguien que empieza como actor?

En esta profesión no vale ir a medias, qué tienes que disfrutar de todo, hasta del fracaso y que el reconocimiento más importante es el tuyo propio.